Entonces el movimiento vecinal tenia una potencia que no ha vuelto a tener. En todos los barrios había asociaciones de vecinos que prestaban muchos servicios y eran un importante instrumento de movilización. Los grandes cambios de los barrios de la periferia de Madrid en los años 80 se impulsaron a partir de sus reivindicaciones.

Entonces las desigualdades eran tremendas. Estos barrios de la periferia eran asentamientos de chabolas, llenas de barrio, donde vivían en condiciones muy adversas. El Pozo del Tío Raimundo tan solo tenía algunas pequeñas calles asfaltadas. Y fue el movimiento vecinal el que reclamó y logró la aprobación de políticas sensibles sobre aquella realidad.

Tras años de práctica desaparición, el movimiento vecinal se está revitalizando. Sin embargo, tienen poca capacidad de movilización. Fue una época en el que el compromiso cívico se transformaba fácilmente en compromiso político. La militancia era muy potente. Y esto era así porque la propia falta de libertades nos llevaba a tomar conciencia de la lucha por la conquista de las mismas.

Manuel de la Rocha.

Co-fundador de la la APDHE en 1976.